viernes, 30 de enero de 2015

Lope de Vega: El caballero de Olmedo


El lunes 26 de enero asistimos, los dos grupos de primero de bachillerato, a la representación de la obra de Lope de Vega, El caballero de Olmedo en el Teatreneu de Barcelona, en el barrio de Gracia, en el marco de las actividades didácticas programadas por el Seminario de Lengua Castellana y Literatura para el curso 2014-2015. El asombro ante la fuerza del verso de Lope, en estupenda dicción, sobre todo la del actor que encarnaba a don Alonso, fue general. La vitalidad del teatro clásico, la calidad del texto literario que le sirve de base, la dinámica de los continuos cambios de escena, la tensión dramática del argumento, en este caso la fatalidad que preside los amores de Alonso e Inés, siguen muy vivas tantos siglos después: "¡Qué poco crédito di / a los avisos del cielo! / ¡Ay de mí! ¿Qué haré en un campo / tan solo?", se lamenta don Alonso cuando se sabe herido de muerte. Aún estremece.


Nota. Las fotos son de G.P.

jueves, 15 de enero de 2015

Machado y la enseñanza



























En 1936 publicó Antonio Machado uno de sus más importantes libros, Juan de Mairena. Sentencias, donaires, apuntes y recuerdos de un profesor apócrifo. Se trata de un libro reflexivo en el que ese sabio profesor que es Juan de Mairena se dirige a sus alumnos y les habla de los más variados temas. De entre las muchas reflexiones dedicadas a la docencia y a la enseñanza, seleccionamos este breve fragmento que seguro hará pensar a quien lo lea:

Pláceme poneros un poco en guardia contra mí mismo. De buena fe os digo cuanto me parece que puede ser más fecundo en vuestras almas, juzgando por aquello que a mi parecer, fue fecundo en la mía. Pero ésta es una norma expuesta a múltiples yerros. Si la empleo es por no haber encontrado otra mejor. Yo os pido un poco de amistad y ese mínimo de respeto que hace posible la convivencia entre personas durante algunas horas. Pero no me toméis demasiado en serio. Pensad que no siempre estoy yo seguro de lo que os digo y que, aunque pretenda educaros, no creo que mi educación esté mucho más avanzada que la vuestra. No es fácil que pueda yo enseñaros a hablar, ni a escribir, ni a pensar correctamente, porque yo soy la incorrección misma, un alma siempre en borrador, llena de tachones, de vacilaciones y de arrepentimientos. Llevo conmigo un diablo -no el demonio de Sócrates-, sino un diablejo que me tacha a veces lo que escribo, para escribir encima lo contrario de lo tachado; que a veces habla por mí y otras yo por él, cuando no hablamos los dos a la par, para decir en coro cosas distintas. ¡Un verdadero lío! Para los tiempos que vienen, no soy yo el maestro que debéis elegir, porque de mí sólo aprenderéis lo que tal vez os convenga ignorar toda la vida: a desconfiar de vosotros mismos."

jueves, 1 de enero de 2015

¡Feliz 2015!


Con esta felicitación de la Residencia de Estudiantes, ese lugar emblemático de la cultura liberal e institucionista de la España de los años treinta, en el que vivieron Federico García Lorca, Luis Buñuel, José Moreno Villa o Salvador Dalí entre otros, os queremos felicitar a todos el nuevo año.

También queremos dejar, para iniciar la lectura del año recién estrenado, estos aforismos de Juan Ramón Jiménez, tan ligado a la Residencia, pertenecientes a Colina del alto chopo (1915-1920) -así bautizó Juan Ramón, "La colina de los chopos", el lugar donde está enclavada, en Madrid, la Residencia de Estudiantes-:

[1] En la obra completa, lo perfecto y lo imperfecto han de "existir" equilibrados, con su categoría de perpetuas, ineludibles, exijentes realidades bellas.

[2] Un camino por donde, aunque uno sabe que no llegará nunca, va uno bien y seguro de que es el único y verdadero.

[3] No me importa recordar, sino comprender.

[4] No estudio; aprendo.

[5] Saber es ir llenando de cajas vacías el desván de la ilusión.